La resiliencia es la capacidad del ser humano para afrontar cualquier situación, incluso las más adversas, de forma positiva.
Los niños experimentan, a través del día a día, todo lo que les rodea en su mundo. Esa experiencia adquirida con la exploración forma parte de su crecimiento.
Dejar a nuestros peques tocar, investigar, mancharse, relacionarse con otros niños, probar cosas nuevas son parte del aprendizaje, así además ayudamos a fomentar su resiliencia.
La resiliencia es la capacidad del ser humano para afrontar cualquier situación, incluso las más adversas, de forma positiva.
►Consejos para ayudar a desarrollar la resiliencia en los niños
Para poder desarrollarse y enfrentarse al mundo deben primero conocerlo: probar alimentos nuevos, conocer a nuevos amigos, relacionarse y resolver conflictos con ellos, fracasar y volverse a levantar, sentir el agua de la lluvia al caer, pasar frio y calor, en definitiva, exponerse a las inclemencias del mundo diario…
Debemos evitar sobreprotegerlos y no impedir su contacto con el mundo que les rodea, ya que eso podría convertirles en niños con más miedos, inmaduros e infelices.
La resiliencia no es una capacidad estática si no que se va desarrollando a lo largo de la vida. Por eso es positivo dejar al niño descubrir y experimentar el mundo.
Cada experiencia le ayudará a desarrollar su resiliencia. Cualquier experiencia que despierte su curiosidad y sea inspiradora puede ayudar a desarrollar la resiliencia del bebé.
El contacto con otros niños y con el medio ambiente es una manera excelente de experimentar el mundo.
►La relación de la resiliencia y la nutrición infantil
Una base importante para el desarrollo de la resiliencia es un sistema inmunitario saludable: esto hace que tu hijo esté preparado para tener experiencias en el mundo exterior que le ayuden a construir su resiliencia.
En este sentido, la alimentación resulta un pilar básico e importantísimo para el crecimiento del niño, y no solo por todos los nutrientes que son indispensables para el crecimiento de huesos y músculos, sino porque la nutrición juega un papel particularmente importante en el desarrollo del sistema inmunitario.
El suministro continuo de nutrientes valiosos, como las vitaminas A, C y D, es esencial para un sistema inmunitario saludable. Con un sistema inmunitario preparado, tu hijo estará listo para descubrir el mundo.
Al nacer, el sistema inmunitario de tu bebé aún es inmaduro. El sistema inmunitario humano se desarrolla durante toda la vida; se entrena y aprende. El sistema inmunitario se forma mayoritariamente durante los tres primeros años.
Durante este tiempo, una dieta equilibrada y saludable le proporcionará a tu hijo todos los nutrientes esenciales que necesita para que su sistema inmunitario pueda desarrollarse de manera óptima.
Fuente: Guía Infantil