En este artículo te compartimos algunos consejos sobre como llevar una crianza con los principios Montessori, utilizándolos a la hora de tomar decisiones en el hogar.
Los 8 Principios de la educación Montessori y los periodos sensibles que mencionamos en los dos artículos anteriores van de la mano unos con otros y son difíciles de separar. Por eso en la práctica los abordaremos en conjunto. Para llevar una crianza con los principios Montessori, el objetivo es utilizarlos como base a la hora de tomar decisiones en la dinámica del hogar y en la interacción niño-guía.
Así, por ejemplo, podemos plantearnos algunos desafíos sobre la crianza y ver como los resolveríamos siguiendo estos principios:
1.- Crianza con los principios Montessori en la Disciplina
María Montessori dice “una de las mayores dificultades para asegurar la disciplina radica en el hecho de que no puede limitarse a ser obtenida únicamente con palabras”, es decir que no es tan simple, no puedes hacer que un niño haga algo, nada más diciéndole que lo haga.
“Uno no puede, con un solo comando, poner orden en el complejo sistema psico-muscular de un individuo en proceso de crecimiento”, es decir, alguien que está todavía creciendo, y que aún no ha madurado, simplemente no entiende una orden así, al menos no lo suficiente. Nuestro trabajo, entonces, es ayudarle a lograr esa madurez mental antes de esperar que obedezca nuestros comandos.
Montessori clasifica la obediencia en tres etapas:
- Etapa: el niño no puede obedecer a otros. Este niño, por lo general entre 0 y 2.5 años, obedece una voz dentro de sí mismo, una directiva interna.
- Etapa: el niño quiere obedecer y parece entender tu orden, pero no puede o no siempre puede lograr obedecer, incluso aunque quiera hacerlo. Esta etapa va aproximadamente de los 2.5 a los 4.5 a 5 años.
- Etapa: el niño ha perfeccionado su auto control y es capaz de hacer lo que le pides, lo cual no significa que lo hará, pero es física y emocionalmente capaz de obedecer. Entonces, antes de los 5 años, un niño o no puede obedecerte, o quiere hacerlo, pero no puede hacerlo bien.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Lo mejor que podemos hacer es “ser el ejemplo” de lo que esperamos ver en ellos, recordando que somos sus guías. Poner límites claros que sean acordes a su edad, pero también que correspondan a una necesidad real y congruente. Por ejemplo, quiere jugar más tiempo en el parque y tienes una reunión programada, es una negativa justificada, en cambio, decirle que si o no, según tu estado de ánimo, es arbitrario y hasta cierto punto injusto.
Para ampliar más sobre el tema:
Desacelerando el Ritmo
El mejor momento y el mejor ritmo es el suyo, el de cada familia y de cada uno de sus miembros.
Podemos caer en una trampa al pensar que: “es más fácil y rápido hacer cualquier actividad del hogar si los pequeños están entretenidos” y ni se diga dejar lejos de su alcance todo lo que no sean sus juguetes, ¿cierto? Pero si nos ponemos a pensar cada vez que hacemos eso, de alguna forma estamos evitando que nuestros hijos se sientan incluidos en el espacio donde viven. Desacelerar los ritmos nos permite dedicar tiempo con paciencia y presencia para incluirlos en las rutinas y actividades del hogar.
Los niños al año son capaces de hacer por sí mismo el ciclo de la comida… poner la mesa, llevar su platito, comer, llevar su plato a lavar, lavarle y limpiar la mesa, ¡he incluso ayudar a cocinar!. Claro que no lo van a lograr todo a la primera y hecho a la perfección.
En esta etapa una comida puede tomarte un par de horas, pero si se los permites irán desde lo simple a lo complejo. Quizá al principio pasen el limpiador sobre su área de comer y hagan más desastre del que limpian, quizá se les tire el agua en el camino a la mesa. Sin importar cuál sea la dificultad en cada parte, recordar que los errores son parte indispensable del aprendizaje, y no del fracaso, hará poco a poco generen la confianza en sí mismos, autocontrol y responsabilidad.
Por toda la riqueza que contiene:
Aprendizaje en casa
Las actividades Montessori que se pueden aplicar desde casa nos ofrecen la posibilidad de permitir ampliar el abanico de experiencias que tienen nuestros hijos, pero una vez más los principios fundamentales de la filosofía Montessori son nuestra mejor herramienta. Especialmente el que dice “Seguir el interés propio,”.
Si has encontrado una actividad fascinante y mueres por probarla, adelante, fluye… Observa como se siente tu hijo al realizarla, ¿está feliz, interesado, entretenido?, o ¿se siente ansioso, abrumado, no le interesa en lo más mínimo? Si es la opción A, has encontrado algo que es del gusto de tu pequeño y podrás explorar junto a él y compartir la misma emoción, Si es la opción B, no te aflijas, quizá no fue el momento correcto o quizá no sea una actividad de interés, pueden intentar nuevamente más adelante para comprobar.
Date la oportunidad de confiar en la inteligencia interior de tu pequeño, disfruta el proceso de acompañar al igual que el de guiar.
También podemos apelar a “la libertad” y “seguir el interés propio” ¿Qué es aquello que más le gusta hacer?. Tal vez pienses que su interés no vale la pena, tal vez te resulte muy inconveniente, tal vez tengas otras preocupaciones que te dicen que no debes dejarlo hacer esas cosas, y sientes que no debes permitirlo.
Ofreciéndoles espacios donde puedan moverse libremente: correr, trepar, escalar y explorar su cuerpo para desarrollar habilidades cada vez más complejas. Un espacio abierto en casa o en la naturaleza le ofrece a los niños el espacio perfecto para esto. Además, podemos preparar el espacio, satisfacer necesidades emocionales (por ejemplo, contención física a través de abrazos) y vestirlos con ropa cómoda que se les facilite el movimiento.
¿Qué te parecen estos consejos? ¿Sé te ocurren otros escenarios donde aplicar la crianza con los principios Montessori?
Recuerda que en el Colegio Millaray Montessori todos somos un equipo. La familia juega un rol fundamental en la experiencia del niño dentro de la comunidad Montessori. Los invitamos a involucrarse y expresar sus inquietudes y experiencia sobre el desarrollo de sus hijos directamente con el guía Montessori.